La importancia de una merienda sana
Seguramente habrás oído sobre la
importancia de cumplir con las comidas a lo largo del día y no saltarse
ninguna. En seguida pensamos en la importancia del desayuno para prepararnos
para la jornada, del almuerzo para obtener la energía para el resto del día y
de la cena para recuperar fuerzas y reponer nutrientes.
Sin embargo nos solemos olvidar de dar
su debida importancia a la merienda, casi como si se considerase que es una
comida más de la infancia que de la edad adulta. Es un error.
Para mantenerse en un estado
nutricional adecuado todos los especialistas coinciden en que lo mejor es el
reparto de las comidas en cinco tomas, las tres más “habituales” (desayuno,
almuerzo y cena) junto con un “parón” a media mañana y la merienda de la tarde.
La idea es comer más veces cantidades
más reducidas, pero también que esa ingesta nos proporcione los valores
energéticos que necesitamos en cada momento del día.